[Primera parte]
Aún con el paso del tiempo, hay cosas que siguen igual. Todos los domingos antes de dormir, Frank alistaba todos sus pertenencias para el empezar bien la semana. Ya a sus 25 años tenía muchas metas cumplidas, le faltan cumplir algunas, pero siente que seguirá progresando.
Terminó la carrera en la universidad, que se demoró algún tiempo más en terminarla, pero se sentía bien de terminar algo que empezó. Él rara vez terminaba las cosas que empezaba, esa inestabilidad lo hacía dudar sobre su futuro, pero poco a poco se daba cuenta que podía llegar lejos si se lo proponía.
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Quizás la vida de Ana era más fácil, nació en el seno se una familia acomodada, llena de profesionales dispuestos a aconsejarla totalmente con las cosas de la vida y su futuro. Ana era una chica muy simpática, sus padres se querían mucho, lastimosamente su padre tuvo que viajar a España a trabajar, pues ganó una oferta laboral y sabía que eso beneficiaría totalmente al futuro de su familia. Él pensaba que llevaría al poco tiempo a toda su familia a ese lejano país, y esa era su meta.
Ana siempre se caracterizó por ser la más destacada de su clase, estudiaba todos los días, y le gustaba, cosa rara en chicas con su belleza. Si en el colegio existía alguna persona capaz de sobresalir, era ella.
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Frank practicó muchos deportes en su niñez, el deseaba ser un gran deportista, le encantaba el básquet, lastimosamente no llegó a crecer más y eso estancó su futuro prometedor, su madre siempre esperanzada en él, le aconsejaba estudiar en la universidad, y por complacerla, así lo hizo. Estudió Literatura, una carrera no tan ostentosa, pero que podía colmar su felicidad y satisfacer sus necesidades vitales.
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Ana, sabiendo de su capacidad pudo lograr viajar donde su padre y lograr estudiar aquella carrera tan especial, que no era tan especializada como en Perú. Estudió periodismo y logró colmar su dedicación en los estudios.
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Ana y Frank fueron unos amigos, enamoraditos de colegio. Dejaron de verse cuando ella se fue a España. Ellos dejaron de comunicarse, el hizo intentos de contactarla pero, al parecer ella no quizo. Se hablaron solo una vez por msn, y ella practicamente decidió no hablarle, sin decírselo, a él.
Una noche de abril, un viernes para ser exactos, Frank fue a tomar un trago, como siempre le gusta hacer, a uno de esos locales medio simpaticones que tiene cerca a su casa. Quería despejarse luego de una semana muy atareada en su trabajo sentía la necesidad de desestresarse.
En aquel momento, sólo como estaba, recordaba aquellos amores que había tenido, y le costaba descubrir por que estaba solo en esos momentos. Se entristecía saber las cosas malas que hizó y se sonreía cuando recordaba algo bueno, cuando derrepente al lado suyo se sentó una chica muy simpática, rubia como pocas, lo más sorprendente fue que ella le hablo:
- Hola Frank, pos tanto tiempo sin verte!!!
- Bien y tú como has estado -en un tono capcioso.
- Me parece o no me recuerdas?
- La verdad que no, dijo él algo ruborizado
- Pos soy Ana, del colegio..
Se hizo un silencio tremendo, y luego él le pidió disculpas por no recordar tanta belleza. Ahora ella era la sorprendida y ruborizada....
jueves, 16 de julio de 2009
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1 comentario:
????????????
buen post
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