jueves, 30 de julio de 2009

Lo mismo de siempre

[Tercera y ,esperémos, última parte]
El alcohol se terminaba, ellos seguían riendo. Frank se sorprendía cada vez por todo lo que afloraba luego de este gran día, esta gran conversación. Ana no sabía que hacer realmente, esta insegura si avalanzarse sobre él o esperar que él lo haga. Las horas pasaban y éstas se hacian eternas, habían perdido el espacio del tiempo, estaban en una nube en el cielo.

Se acercaban entre copa y copa, Ana le tocaba el muslo disimulando una risa, y Frank le sobaba la espalda intentando mantener la calma y controlar sus hormonas. No aguantaba ver esos labios tan provocativos, se sentía desesperado, ya no aguantaba más... la sangre le hervía, el placer se le notaba...

Ana se dio cuenta y tuvo que aguantar la respiración, no creia todo lo que ocurría en ese instante, también se sentía tentada a tremenda curiosidad y decidió terminar esa noche en los brazos de Frank, quería cumplir esa fantástica contenida, pero antes decidió jugar con Frank.

- Frank -susurrando- donde puedo dejar esta casaca, me dió derrepente un calor infernal, tu también te sientes caliente?, mordiendose el labio inferior seductoramente
- Estamos en confianza, sácate lo que desees -dijo Frank algo impaciente con una sonrisa pícara
- No me tientes que me quedaré... -Ana se quedo pensando
- Mira, me sacaré todo lo que tú te saques -la tentó Frank

Frank no sabía como una mujer podía sacarse la ropa tan rápido, la vió con esa lencería fina...

- Toca, le dijo Ana, soltando una risa...
- Pero ayudame

Ana se acercó, metió las manos dentro de la camisa, Frank contraía el abdomen para remarcar sus músculos. Ella no se había percatado de eso, y sintió que todo en ella se ponía más caliente, más húmedo...

Pronto él se quedo en boxer, remarcando sus virtudes, ella jamás imagino ver tanta pasión...

Los tragos ya habían hecho efecto en ellos, estaban mucho más risueños y, para colmo, semi desnudos.

- Ana, no aguanto más... - dijo Frank con un tono determinante
- Jaja, que pasa Frank, ya estas horny
- Si y quiero besar...

No terminaba de decir la frase cuando Ana se lanzó encima de él cayendo ambos en el sofá, mientras continuaban el beso..., ese beso tan ardiente, que se demoró años en llegar por fin se concretaba... las lenguas se recorrían, los labios succionaban toda la pasión, expresaban toda la energía que llevaban dentro...

Él saboreaba la pasión de Ana, Ana mordía los jadeos de Frank mientras se rozaban sus sexos, Ana comenzaba a soltar ligeros gemidos comprimidos...

Frank la cargó, algo tambaleante, hasta su cama donde le rompió el brasier, Ana gritó de lujuria, la cama le daba vueltas... Frank se echó un momento a recuperar el aliento, Ana se acomodaba en la cama, ambos no creían lo que sucedía, ambos comenzaron a imaginar lo placentero que estarían. Cerraron los ojos un momento y...

Los rayos de sol que ya ingresaban por su ventana los despertó, ambos se despertaron con una terrible resaca cerca de las 3 de la tarde. No podían creer lo que vieron, Frank se encontraba desnudo tirado en el piso mientras que Ana toda despeinada, con el brasier roto en dos, se tapaba con las sábanas.

Ellos no recordaban nada, el alcohol los hizo quedarse dormidos en lo que pudo ser una gran noche para ambos... Luego de una reconfortante ducha y un silencio absoluto, Frank decidió llevar a Ana a su casa. El silencio continuó durante todo el camino, se sentían avergonzados, tantos años para nada, tantos años dejados de lado por el alcohol...

Se despidieron casi apresuradamente... renegando de lo sucedido... e imaginando siempre lo que pudo ser...


Espero que no me maten con este final, bueno, les dejo este canción, una de mis cantantes favoritas, Norah Jones, ojala combine con este post... Muchas gracias


viernes, 24 de julio de 2009

Vino y se fué

[Segunda parte]
Las horas pasaban y se reían más de lo normal. No esperaban que aquel reencuentro tan sincero y tan amoroso, luego de lo que vivieron en la niñez.

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Una tarde de diciembre, casi los últimos días, Ana, quería olvidarse de Frank, pero él la miraba y no quedaba más que reir y alegrarse. Esa tarde terminaba el colegio, él termina 5to de secundaria, ella no lo vería más, ella no tendría que soportar nuevamente su mirada acusadora, su ignorancia académica...

Ella, aquel día, estaba tan ida, sabía que se quedaría sola y podría olvidarse de Frank. Él estaba tan emocionado, quería saber como continuarían esa relación... los dos pensando cosas contrarias, como siempre...

El día paso como tenía que pasar: la premiación a los primeros puestos, los bailes respectivos y el moco de algunas chicas por estar juntas ese último día.

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Ella ya pensaba distinto, siempre le gustó adoptar otras costumbres, era muy liberal, comparada con Frank, que también se consideraba así.

Bebieron unas copas, y hablaban de su todo lo que había ocurrido en todo ese momento.

- Ana, estudié Literatura como te dije, escribí algunos libros y gané un premio en Colombia.
- Que bueno Frank, jamás pensé que estudiarías, con lo flojo que eras...
- Jajaja, gracias, y tu siempre tan inteligente, jamás aguantaste que alguien te ganará
- Y crees que tu me ganaste? -dijo ella con un gesto en las cejas.
- No he dicho eso Ana, pero viéndolo bien -soltando una risa- siempre pelearemos por eso?
- No para nada, me doy cuenta que has cambiado mucho. Ya vives solo?
- Si, me mudé hace medio año, porque la pregunta?
- Creo que es tarde para estar en un bar, sería mejor la continuemos en tu depa...
- Claro vamos...

Él, la cortejó hasta su carro, no sabiendo lo que le esperaba...

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Los dos salieron del colegio algo pensativos, él la acompañó hasta el paradero, pero quería seguir hablando, y los se fueron a un puente, y se sentaron en las gradas, ella quería despedirse, él quería decirle como salvar su "amor"

- Frank, hay algo que quiero decirte
- Dime Ana, te quiero mucho, besándola suavemente...
- Ya no deseo estar contigo, eres muy buen chico y ..
- No digas más, callándola, lo venía venir -controlando la caída de las lágrimas.
- Será mejor, ya no tendremos tiempo...

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Los dos en el carro, seguieron riéndose de todo lo que vivieron, y las nuevas historias que tenían gracias a las persons que conocieron y sus nuevas experiencias..., llegando por fin al depa de Frank.

Frank, le abrió la puerta gentilmente y le enseño su modesto pero acogedor departamento, él encendió la radio, y puso un cd, de Laura Pausini, como él recordaba le gustaba. Ella se sonrojo y le pidió algo de beber. Dame un poco de whisky, eso me gusta mucho. Él abrió una de sus botellas de cerveza mientras ella tomaba ese whisky, aunque ella no sabía para que tomaba tanto, quizás para hacer alguna locura con él...




jueves, 16 de julio de 2009

Recuerdos de niñez

[Primera parte]
Aún con el paso del tiempo, hay cosas que siguen igual. Todos los domingos antes de dormir, Frank alistaba todos sus pertenencias para el empezar bien la semana. Ya a sus 25 años tenía muchas metas cumplidas, le faltan cumplir algunas, pero siente que seguirá progresando.

Terminó la carrera en la universidad, que se demoró algún tiempo más en terminarla, pero se sentía bien de terminar algo que empezó. Él rara vez terminaba las cosas que empezaba, esa inestabilidad lo hacía dudar sobre su futuro, pero poco a poco se daba cuenta que podía llegar lejos si se lo proponía.

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Quizás la vida de Ana era más fácil, nació en el seno se una familia acomodada, llena de profesionales dispuestos a aconsejarla totalmente con las cosas de la vida y su futuro. Ana era una chica muy simpática, sus padres se querían mucho, lastimosamente su padre tuvo que viajar a España a trabajar, pues ganó una oferta laboral y sabía que eso beneficiaría totalmente al futuro de su familia. Él pensaba que llevaría al poco tiempo a toda su familia a ese lejano país, y esa era su meta.

Ana siempre se caracterizó por ser la más destacada de su clase, estudiaba todos los días, y le gustaba, cosa rara en chicas con su belleza. Si en el colegio existía alguna persona capaz de sobresalir, era ella.

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Frank practicó muchos deportes en su niñez, el deseaba ser un gran deportista, le encantaba el básquet, lastimosamente no llegó a crecer más y eso estancó su futuro prometedor, su madre siempre esperanzada en él, le aconsejaba estudiar en la universidad, y por complacerla, así lo hizo. Estudió Literatura, una carrera no tan ostentosa, pero que podía colmar su felicidad y satisfacer sus necesidades vitales.

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Ana, sabiendo de su capacidad pudo lograr viajar donde su padre y lograr estudiar aquella carrera tan especial, que no era tan especializada como en Perú. Estudió periodismo y logró colmar su dedicación en los estudios.
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Ana y Frank fueron unos amigos, enamoraditos de colegio. Dejaron de verse cuando ella se fue a España. Ellos dejaron de comunicarse, el hizo intentos de contactarla pero, al parecer ella no quizo. Se hablaron solo una vez por msn, y ella practicamente decidió no hablarle, sin decírselo, a él.

Una noche de abril, un viernes para ser exactos, Frank fue a tomar un trago, como siempre le gusta hacer, a uno de esos locales medio simpaticones que tiene cerca a su casa. Quería despejarse luego de una semana muy atareada en su trabajo sentía la necesidad de desestresarse.

En aquel momento, sólo como estaba, recordaba aquellos amores que había tenido, y le costaba descubrir por que estaba solo en esos momentos. Se entristecía saber las cosas malas que hizó y se sonreía cuando recordaba algo bueno, cuando derrepente al lado suyo se sentó una chica muy simpática, rubia como pocas, lo más sorprendente fue que ella le hablo:

- Hola Frank, pos tanto tiempo sin verte!!!
- Bien y tú como has estado -en un tono capcioso.
- Me parece o no me recuerdas?
- La verdad que no, dijo él algo ruborizado
- Pos soy Ana, del colegio..

Se hizo un silencio tremendo, y luego él le pidió disculpas por no recordar tanta belleza. Ahora ella era la sorprendida y ruborizada....



viernes, 19 de junio de 2009

Nacemos sin pedirlo y morimos sin quererlo

Intentar escribir sobre alguien es muy complicado, sobre todo cuando esta persona fue tan importante. Don Juan, una gran persona, como la conocí, siempre ud. estará en mi recuerdo. Siempre existió el respeto, extrañaré esos domingos donde nos reuníamos como una familia y compartíamos risas y pasajes. Esas historias que aseguro muchos les causaría aburrimiento, para mi eran grandes cuentos, de mucho valor que siempre serán recordados como lo merecen.
Sé que son pocas palabras pero este es un gran recuerdo de lo que tanto me dejó.

Q.E.P.D. - Don Juan Nakamura

Solo la muerte nos hace eternos...